Una tarde en la universidad

Aunque ya hace algunos años que salí de la universidad, de una u otra manera nunca he quedado desligado de ella. La última ocasión en que estuve en la que fuera mi antigua segunda casa, la universidad CEU Cardenal Herrera, fue justamente el viernes pasado cuando fui invitado por José Morgan, coordinador del Fòrum Persones i Societat Valenciana, a asistir a una charla sobre periodismo político con alumnos de tercer curso del Grado de Periodismo y Ciencias Políticas. El profesor, José Luis torró, un viejo conocido del periodismo en la Comunidad Valenciana, le había invitado no sólo en calidad de coordinador del Fòrum, sino también por su faceta de concejal electo de un pequeño municipio de la Vall d´Albaida, Sempere.

Creo que el hecho de enfrentar, en el sentido de poner enfrente, no de contienda, a alumnos de periodismo con un cargo electo, que no cobra nada por su actividad política, les ayuda a darse cuenta que hay vida más allá de las noticias relacionadas con la corrupción que pueblan los periódicos. Como simple espectador que fui, vi a alumnos con vocación (dada la situación actual, la elección del estudio de la carrera de periodismo no puede entenderse de otro modo) y con muchas ganas de aprender. De hecho, el turno de preguntas fue tremendamente activo y dinámico. 

Los temas tocados fueron de actualidad política variada, desde la omnipresente corrupción, pasando por el debate sobre los sueldos públicos, hasta cuestiones relativas a la reforma de la administración local, que fueron ampliamente comentados por el ponente, José Morgan, sin eludir ninguna cuestión. Como nota personal, me gustaría decir que me dio la impresión que los alumnos vieron por primera vez como personas de carne y hueso a los políticos, puesto que se les recordó y se les puso delante numerosos ejemplos de gente con vocación de servicio público que se dedica a la política, no ya ganando menos dinero que en la empresa privada, sino, como el propio ponente, poniendo de su bolsillo para poder acudir puntualmente a los plenos, sin contar el tiempo dedicado además. 

Se incidió mucho también en el tema de la opinión. Me explico, no hay que confundir una preferencia personal u opinión con una realidad. Por mucho que dé la impresión que todo el sistema está podrido (ha habido fallos, sí, pero algo tiene que haber que nos diferencie de estados como Zimbabue), los periodistas deben ser conscientes que generan un clima de opinión con sus informaciones, que siempre llevan un sesgo del signo que sea (opinión personal). Dicho clima de opinión, puede suponer un prejuicio puro y duro que se aleje de la realidad y la distorsione. Poniéndonos en términos de comic "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", como habría dicho el tío Ben. 

En todo caso, la universidad no es sólo un lugar donde un regimiento de compulsivos amanuenses intentan retener cuanto pueden de la savia de la sabiduría que emana de profesores distantes e inalcanzables. Es un centro donde se debe aprender a pensar y no compartimentar. En un mundo complejo, todo debe ser visto en perspectiva. Las respuestas simplistas y los análisis sectoriales siempre se dejan fuera amplias capas de la realidad. Confío en que estos jóvenes alumnos, aún en plena formación, sigan por el camino de adquirir el hábito de pensar y de plantearse preguntas, y plantearlas a otros. Asimismo, que no creen una distancia artificial con "el otro", puesto que puede no haberla. De momento, no van por mal camino.